domingo, 23 de septiembre de 2007

Parra Manifestándose

Dic. 2006

Parra Manifestándose

En pos de poder decir que Parra utiliza su Manifiesto -1963 - para justificar sus escritos es necesario comprender el significado de esto. Por tanto se puede ver la definición de la RAE –Real Academia Española- que dice que un manifiesto es un “escrito en que se hace pública declaración de doctrinas o propósitos de interés general[1]”.

Y claro, Nicanor Parra empieza una nueva manera de escribir poesía, el problema de ella es que sus precedentes son ambiguos y tienen directa relación con la vida y experiencias de lecturas del autor, que logran conformar a este antipoeta, este hablante en primera persona que es capaz de conversar directamente con su lector.

De este modo, el sin sentido que envuelve la escritura parriana no es posible entenderla sin su justificación, su grito público de manifiesto que no puede dejarse de lado, ya que con este Parra se hace y se autodefine como el creador de la antipoesía. El que teoriza y valida sobre esta nueva poesía que va contra la clásica conocida hasta entonces, el escrito antitodo, que interpela a su receptor e interactúa con él.

Asimismo, Manifiesto incluye varios temas a lo largo de sus versos, dentro de estos se distinguen cómo el hablante define la poesía de hoy como la de la claridad y al poeta actual como el que baja a la tierra. También dice que ellos conversan con sus lectores, sin utilizar un lenguaje complejo. Pero por sobre todo, niega a los anteriores poetas sabios, burgueses, que dejan la poesía dentro de la misma elite formando un “círculo vicioso”.

Definiendo la escritura de Parra

“La antipoesía es la farándula, la idea de que el mundo se acabó y hay que gastar lo que queda. Con ella, estamos entrando a la fe, pero por la puerta de la razón[2]. La antipoesía, también, es la poesía de la claridad, donde los elementos conversacionales y coloquiales, hacen recuperar la sintonía con el lector, aturdido por la opacidad de la poesía anterior a él” [3].

De este modo Nicanor Parra define el trabajo del antipoeta y demuestra como su manifiesto sobrevive con el correr de los años y justifica sus anteriores escritos, pues finalizando la década del treinta él ya había publicado algunas obras, en las que ya se veían su característica esencial tomar “refranes y frases hechas del habla cotidiana y por medio de la sustitución crear imágenes nuevas4”. Aunque lo que llama más la atención de la antipoesía, más bien de sus poetas es lo que el antipoeta dice:

“Señoras y señores
Esta es nuestra última palabra.
-Nuestra primera y última palabra-
Los poetas bajaron del Olimpo5”.

Donde precisamente lo que se muestra o lo que se apela es a aquellos poetas que descienden del Olimpo para un mayor acercamiento, sintonía con el lector, como diría el antipoeta, de rescatar discursos marginales. Tomar lo que en la vida cotidiana está al alcance de todos.

Justificándolo todo de la siguiente forma:

“A diferencia de nuestros mayores
-Y esto lo digo con todo respeto-
Nosotros sostenemos
Que el poeta no es un alquimista
El poeta es un hombre como todos
Un albañil que construye su muro:
Un constructor de puertas y ventanas.

Nosotros conversamos
En el lenguaje de todos los días
No creemos en signos cabalísticos6”.

Claramente, acá se distingue esta necesidad de Parra de rescatar el lenguaje de la vida cotidiana. De hacer que todos y cada uno de nosotros pueda sacar el poeta que lleva dentro. Diciendo que hasta el albañil o los escritos de las paredes forman parte del arte, que la cultura popular puede ser observada como la máxima expresión artística. Porque “el antipoeta quisiera terminar con la usanza poética, con la literatura, con toda impostación de voz, con todo esfuerzo de ‘composición’ de un texto7”.

Poder escribir en un lenguaje cotidiano sin signos de muchos estudios –cabalísticos-, simples para la primera lectura y para todo tipo de receptor, que se siente identificado con lo que está viendo, por ser signos que lo rodean e identifican lo mundano del chileno.

Además, recalca que las nuevas generaciones de poetas son los que traerán este nuevo discurso, al poeta común y corriente, que está lejos de ser una deidad y que se acerca a sus lectores mostrándoles la realidad que los ronda y que ellos mismos crean con sus discursos, usanzas, costumbres, habladurías, publicidad, religión o política.

Lo relevante en la antipoesía es su origen de ir contra lo establecido como poesía, esencialmente, lo romántico. De este modo, es ser un anti – Neruda, anti – Mistral, ser un anti- todo por naturaleza, ir contra los cánones anteriores, bajando la escritura poética a la tierra para el alcance de todos.

Aunque no se puede dejar de lado el origen de esta antipoesía que tiene directa relación con el humor negro del padre de Nicanor Parra y las vivencias de este a lo largo de su vida.

Pero dentro de las ambigüedades de este surgimiento de la nueva poética, está hasta involucrado Shakespeare, tal como relata el autor “estaba leyendo algo y vi esta frase: "Death be not proud". Me pareció el acabose. Nunca se había dicho algo así: "Muerte, no seas orgullosa". Ahí entendí qué es lo que busca la poesía y me puse a escribir los antipoemas. Veinte años más tarde me encontré de nuevo con esa frase, ¿sabe dónde?, en Hamlet, hacia el final. Ahora yo estaba en condiciones porque conocía más el inglés y me di cuenta de que era un malentendido. Quería decir: "Muerte, no seas soberbia" y eso ya se había dicho. Todo había salido de un malentendido8”.

De este modo, características propias de la identidad chilena se dejan entrever en los escritos de Parra, los que dan el sabor y condimento perfecto para la creación de la poesía de mediados de siglo XX y de comienzos del XXI, que se ríe de lo común y no hace alardes de musas e inspiraciones.

“No creemos en ninfas ni tritones.
La poesía tiene que ser esto:
Una muchacha rodeada de espigas
O no ser absolutamente nada9”.

Con esto es posible decir que toda la vida antipoética, antihermosa, antiestética que vivió Parra ayudan a que él escriba su obra Manifiesto, para adjudicarle el valor que se merecía el trabajo que él mismo estaba diseñando y cranéandose tiempo atrás, aplicando sus estudios y mostrando parte de la vida de campo y gran ciudad que se juntan en sus vivencias.

Además, la antipoesía tiene como antecesores el creacionismo de Huidobro y la escritura automática del surrealismo. Pero lo que pretende el antipoeta es despegarse de "la forma afectada del lenguaje tradicional poético10", buscando hacer una poesía integral y desligada de la exclusividad.

Hablante parriano

La antipoesía parriana se caracteriza por tener un hablante en primera persona en la mayoría de sus interpelaciones al lector. Donde muchas veces sale a relucir el autor expresándose sobre sí mismo respecto a ciertas experiencias.

En general, las antipoesías tienen una sonoridad y ritmo, al igual que los poemas clásicos. Lo diverso se encuentra en el contenido del trabajo, en el motivo de la obra, donde el hablante deja de contar sus experiencias amorosas, u otros temas clásicos de la poética y adquiere el rol de hablar desde la realidad, utilizando versos sueltos, pero que en conjunto hacen un todo, la antipoesía.

Este realismo es “una operación en todos los planos de la creación poética cuya causa final sería la de expresar al hombre integral, haciendo del poema un terreno de cultivo del mismo11”.

Lo relevante es que el hablante parriano también adquiere esta versatilidad, donde es capaz de adquirir varias voces en el mismo texto. Ya se ve aquello en las obras de 1954 “Poemas y Antipoemas”, donde de estar interpelando al lector pasa a reflexionar acerca de su propia vida.

De este modo, según un estudio sobre Parra de la Universidad de Chile “el hechizo de la antipoesía está en la habilidad del hablante en desdoblarse, en transformar su voz natural de cantor lírico en otra, en su contrario, en un anti-lírico adversario de sí mismo12”.

Este hablante está conversando con su lector, no le canta sobre bellas princesas o amores imposibles, sino que habla abiertamente de lo que le molestas, o le dice que debe tener cuidado con lo que lee, como lo hace en Obra gruesa, Advertencia al lector, la que comienza así:

“El autor responde de las molestias que puedan ocasionar sus escritos:
Aunque le pese.
El lector tendrá que darse siempre por satisfecho13”.

Donde el hablante, no se cree un dios como se dice en Manifiesto, pero si se impone ante su lector obligándolo a entender la obra que leerá, pero esta orden es parte de la misma ironía característica de este hablante, que es capaz de auto ironizarse o de reírse de los demás.

Lo primordial que se busca con esta habladuría llena de burlas, es conectarse mayormente con el lector, una “poesía ‘hablada’, conversacional, al alcance del gran público14”.

Siendo el objetivo mayor del hablante captar la atención y mantener en expectativa al receptor, en pos de no perder el hilo de la conversación unilateral, que depende de quien reciba el mensaje, puesto que así se genera el amor u odio con este hablante que interpela y obliga a al lector leer una “voz de "autor" -singular y múltiple, saltando entre franqueza e ironía, entre agudezas y puerilidades15”.

Puerilidades que muchas veces molestan al lector por sus groserías que aparecen en varios poemas, pero que no son más que el fiel reflejo de la idiosincrasia nacional, que se reconoce por su lenguaje popular, da frases y palabras entrecortadas, comiéndose letras. Y a ello se le incluye las clásicas palabras subidas de tono, que en el caso de Manifiesto no se encuentran, pero que sí da paso para que puedan aparecer en obras venideras, en una conversación directa con el lector.

Por otro lado, el hablante de Manifiesto interpela al lector, empezando con la frase “Señoras y señores”, diciendo pongan atención a esto que es importante. Y finaliza diciendo que ellos están:

“Contra la poesía de las nubes
Nosotros oponemos
La poesía de la tierra firme
-Cabeza fría, corazón caliente
Somos tierrafirmistas decididos-
Contra la poesía de café
La poesía de la naturaleza
Contra la poesía de salón
La poesía de la plaza pública
La poesía de protesta social.
Los poetas bajaron del Olimpo16”.

El hablante se autodefine como antitodo, en busca de lo natural y lo popular para recalcar ese arte y poder acercarse a su lector común y corriente de la sociedad, olvidando los estándares poéticos anteriores.

“Mientras ellos estaban
Por una poesía del crepúsculo
Por una poesía de la noche
Nosotros propugnamos
La poesía del amanecer.
Este es nuestro mensaje,
Los resplandores de la poesía
Deben llegar a todos por igual
La poesía alcanza para todos17”.

Asimismo, el hablante define la antipoesía como la de la claridad, antes de que llegaran ellos la poesía era oscura, era de noche. La poesía alcanza para todos, no solo para quienes tengan la capacidad de entenderla.

Con estos versos, Parra empieza a manifestarse y a autodefinirse como un antipoeta por excelencia, entrando a validar y justificando su forma de escritura por medio de una publicación abierta, advirtiendo que los poetas han bajado a la tierra, dejando de pertenecer al Olimpo.

Bibliografía:

· www.rae.es

  • http://www.letras.s5.com/np080806.htm (Entrevista a Nicanor Parra: "No hay que dejarse tragar por el discurso cuico", por Macarena García G. Artes y Letras de El Mercurio, Domingo 9 de julio de 2006).

  • Manifiesto, 1963

  • Nicanor Parra: Antipoesía o poesía integral, por Enrique Lihn, el diario El Siglo, Santiago., 9 de junio de 1963.

  • http://www.enfocarte.com/2.17/poesia.html



[2] http://www.letras.s5.com/np080806.htm (Entrevista a Nicanor Parra: "No hay que dejarse tragar por el discurso cuico", por Macarena García G. Artes y Letras de El Mercurio, Domingo 9 de julio de 2006).

[3] http://www.ladiscusion.cl/?control=notisegundo&id_noticia_p=188&fecha=16-11-2006 Nicanor Parra: Voy y vuelvo, domingo 4 de septiembre de 2005).

4 http://www.nicanorparra.uchile.cl/estudios/poetica.html (Revista Chilena de Literatura, Por René de Costa, “PARA UNA POÉTICA DE LA (ANTI)POESÍA”, Nº32, Santiago, Departamento de Literatura, Universidad de Chile, 1988)

5 Manifiesto, 1963

6 Manifiesto, 1963

8 http://www.nicanorparra.uchile.cl/entrevistas/poetanicanor.html

9 Manifiesto, 1963

10 Nicanor Parra: Antipoesía o poesía integral, por Enrique Lihn, el diario El Siglo, Santiago., 9 de junio de 1963.

13 http://www.enfocarte.com/2.17/poesia.html

16 Manifiesto, 1963

17 Manifiesto, 1963

1 comentario:

ejehrlich dijo...

La media custión! La voy a leer ahora en clases, me acordé del día en que conocimos a tio Parra.